Al hablar de liderazgo, se habla esencialmente de una de las
herramientas básicas para lograr que cualquier empresa u organización logre
posicionarse en el mercado en el que desarrolla sus actividades ya sea de
producción o de servicios; tal y como lo afirma Malvicino (2003):
El
liderazgo es un desafío en cualquier época, pero en tiempos de la
globalización, la turbulencia de los cambios generados por la nueva economía
multiplico los interrogantes y las opciones de las empresas. Los líderes son
hombres persiguiendo sus sueños, y por eso suelen ser inquietos, innovadores,
apasionados y disciplinados, con el deseo de hacer lo que les gusta como
premisa. Los líderes pueden encabezar grandes transformaciones, siempre que
cuenten con un equipo capaz de acompañarlos, que usen su tiempo con inteligencia,
que confieran a ese equipo la posibilidad de intercambiar impresiones con su
jefe (incluso disentir con este) y de sentirse útil siendo parte de la tarea
que están llevando a cabo (p. 1)
Lo antes expuesto lo concibe como una
figura necesaria y de mucha importancia, con amplias potencialidades, causantes
de cambios en su entorno y que dirigen equipos; en consecuencia, establecen
relaciones impactantes y promueven la prosecución de los objetivos enfilados
hacia el éxito.
Intrínsecamente en los aspectos teóricos
desarrollado alrededor del tema liderazgo se puede hablar de dos corrientes: el
liderazgo centrado en la persona y el liderazgo centrado en el grupo. Tal y
como lo afirma Martínez (2007):
Dentro
de las teorías desarrolladas en torno al estudio del liderazgo, se pueden
conseguir dos grandes orientaciones: el liderazgo centrado en la persona y el
liderazgo centrado en el grupo. En el liderazgo centrado en la persona
conseguimos la teoría del liderazgo como rasgo de personalidad desarrollada por
Stogdill quien manifiesta que el líder tiene rasgos como la inteligencia,
comprensión profunda de la situación, fluidez verbal, adaptabilidad,
confiabilidad, responsabilidad, participación social y posición
socioeconómica. También se encontró la teoría de las características
desarrolladas por Ghiselli quien concluyó que, las características más
significativas de los líderes son: la capacidad de supervisión, la motivación
para realizar planes, la inteligencia, la motivación para la auto actualización,
la seguridad en sí mismo y su poder de decisión. (p. 24)
En la exposición del autor se analiza que,
otros autores como Stogdill, Fiedler, Kotter y Zaleznik ven que el liderazgo
además tiene relación con una fuerte percepción para diferenciar entre sus
mejores y peores seguidores, También se concibe el liderazgo como determinante
de la situación en donde destacan los resultados obtenidos por House en su
teoría de las metas y caminos, los de Fiedler en su teoría de contingencia, y
la teoría sobre liderazgo y cultura desarrollada por Peter Smith. En este mismo
sentido, se tienen las aportaciones hechas por Zaleznik en donde analiza si
manager o líderes son diferentes, el liderazgo transformacional/transaccional
de McGregor Burns y Bass, y finalmente la dirección y liderazgo de John Kotter.
Durante
mucho tiempo, la gente pensaba que solo había dos estilos de liderazgo: el
autocrático y el democrático. Realmente, las personas tendían a ubicarse en uno
de los dos extremos, al primero se le acusaba de duro y dominante, al otro de
suave y fácil. Pero, el adoptar cualquiera de los extremos radicalmente, puede
convertir al líder en inflexible, e incapaz de adaptar su estilo de liderazgo a
la situación. Por lo expuesto se deduce que, dar mucha o poca dirección, tiene
impacto negativo en el desarrollo de los seguidores, para extraer lo mejor de
ellos; el liderazgo debe ajustarse al nivel de desarrollo del seguidor que se
lidera. De allí, partieron nuevos enfoques.
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