NUEVA CULTURA ORGANIZACIONAL
De dónde venimos
Históricamente está
demostrado que los grandes pensadores y filósofos griegos, sentaron las bases
de muchas de las ciencias que hoy manejamos, al introducir el fraccionamiento
de la materia en pequeñas partículas
hasta llegar al átomo, el cual, consideraron indivisible. En consecuencia, este
pensamiento fue adoptado por la
humanidad. Por ende, se originaron las primeras teorías de divisiones y
clasificaciones. Posteriormente, en el Occidente
a partir del Método de Razonamiento del filósofo René Descartes, agudizo el
proceso de diferenciación. El mismo,
comprende un lógica cartesiana, es decir, derivado de premisas claras y
comprende el siguiente procedimiento:
1. No admitir como verdad cosa alguna, a menos que la evidencia lo
pruebe, evitando el juicio a priori y las dudas.
2. Todo lo que se examina debe ser divido en partes, tanto como sea
posible o necesario para una mejor solución.
3. Ordenar los pensamientos, partiendo de lo más simple a lo más
complejo, considerando el orden natural.
4. Realizar un recuento integral y revisiones generales a objeto de que
nada sea omitido.
Todo lo anterior demuestra
que, ocurre una descomposición y recomposición, para llegar al conocimiento. En
ese mismo orden de ideas, uno de los padres de la administración científica:
Frederick Taylor, realizó una serie de postulados a partir de sus experimentos,
que dieron origen a la división de las diversas fases del proceso de producción
industrial, acompañándolas de la supervisión y la organización del trabajo. Por
consiguiente, Henry Ford, introduciría la idea en el mercado, añadiéndole la
producción en serie y reducción de costes que revolucionaría el concepto hasta
los años 60.
Puede considerarse que,
estos acontecimientos originaron en el campo administrativo, el nacimiento de las estructuras que hoy
conocemos como organigramas.
Inicialmente, se desarrollaron en forma vertical, con cadena de mando,
línea de staff, unidades especializadas interdependientes. Luego, con el tiempo
sufrieron algunas variantes con algo de éxito y otras burocráticas que
fracasaron. Mientras eso ocurría, el Occidente, potenciaba el individualismo,
el Oriente por el contrario, se apoyaba en el trabajo grupal, aunado al perfeccionamiento
personal, obteniéndose como resultado la calidad de los productos y un alto
grado de compromiso de las personas. Lo que lleva a inferir que, pertenecemos a
una cultura individualista, que ha perdido la habilidad de cohesionarse con sus
semejantes, a diferencia de los antes mencionados.
Aunque, Japón es un país pequeño (solo la 3ra. Parte
del territorio Venezolano) y carente de recursos, ha desarrollado un gran
capital social con un gran compromiso de producción de Calidad Total. Lo cual,
los ha llevado a desarrollar un responsabilidad no solo con la empresa, el
producto, sino también la capacidad de ofrecer al cliente alternativas
exclusivas y excelentes. A todo lo anterior, se sumó la acelerada
transformación provocada por el nacimiento y la expansión de la tecnología,
pues ello cambió no solo el mercado, sino también el enfoque de la vieja
organización controladora, por una organización inteligente, la manera en que se visualizan las oportunidades
y la relación con los consumidores.
El sentido del cambio organizacional
En la actualidad, las
organizaciones son observadas por el consumidor más que nunca, se exige que
ellas aporten no solo producción, sino también, valores éticos, responsabilidad
social, excelencia y transparencia en su gestión y aportes ecológicos. En ese
mismo orden de cambios, ya el concepto mecanicista es cosa del pasado, lo
central son las personas, el capital social. De modo que, todas las
predicciones y el miedo porque la tecnología hubiese desplazado al hombre se
transformaron. Aunque su impacto, sumado al fenómeno globalizador, se
contradice con la importancia y flexibilidad que se le provee al ser humano en
las organizaciones inteligentes, a fin de mejorar su adaptación al entorno productivo,
creando bienes y servicios de alto valor a través del conocimiento, grandes
volúmenes a bajos costes, entre otros. Es decir, personas sencillas, realizando
cosas extraordinarias.
Cambios organizacionales significativos
ü Pase de una sociedad industrial de cantidad y homogeneidad a una
sociedad informacional de calidad y diversidad basada en el producto.
ü De una organización que presionaba al mercado, a otra, que es
presionada por el, lo cual ocasiona muchos conflictos.
ü Las estructuras jerárquicas se transforman otras basadas en la Red.
Cuatro ideas centrales que persigue una organización
Las organizaciones deben
responsabilizarse por ser responsables del cuidado del planeta, aprovechar la
diversidad cultural como un medio de progreso, pues posibilita la apertura de
nuevos productos que suplan necesidades específicas. De igual modo, las
organizaciones deben cooperar en la reducción de las diferencias sociales,
potenciando así la persecución de su razón de ser y finalmente, disminuir los
niveles de tensión en las personas que las componen, desarrollando equipos de
trabajo, cuya esencia priorice al ser humano.
¿Donde esta el Norte?
Se ha pasado del
pensamiento fraccionador, a la Teoría de Sistemas, donde las unidades no están
aisladas, sino que interactúan y son interdependientes, que se relacionan con
el medio y se concibe a la organización como un organismo vivo. A causa de
esto, se originan relaciones complejas. Por ejemplo: La causa y efecto toma
otro sentido, la acción no es individual, tiene connotaciones con otros del
entorno. Otro consecuencia es que, los sucesos poseen un pretexto y un
contexto, no se conciben, ni se analizan, como momentáneos, instantáneos o
aislados.
Nuevos principios imperantes
ü La persona es el eje central, se valoriza su rol y el aporte de su
conocimiento a la organización.
ü El liderazgo se comparte en la funcionalidad de un equipo de trabajo.
ü Flexibilidad: Al aceptar variedad de tendencias y comportamientos, si
benefician a las personas y a la organización.
ü Se asumen los valores fundamentales como un elemento cohesionador.
Nuevas tendencias, nuevos conflictos
Resumiendo entonces, atrás
se deja la rutina, la pasividad, la comunicación vertical, la oposición y las pérdidas
en el proceso, y en su lugar se abren paso: la creatividad, la participación,
comunicación horizontal, integración y sinergias. Puede concluirse con la
afirmación de que, en la nueva cultura organizativa donde, el compromiso es
relevante, la comunicación es vital, las buenas relaciones laborales y la
identidad. Y todo ello, se enfoca hacia
convertirse en una sociedad de producción y oferta que se enrumba a una cultura
organizacional flexible, que visualiza y aprovecha los nichos del mercado y con
recursos humanos que provocan el nacimiento de nuevos conflictos, que requieren
tratamiento adecuado.
Madre muy bueno el escrito sobre la Organización, y de verdad que hay que cambiar la manera como debe funcionar las organizaciones...
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