sábado, 31 de agosto de 2013

NUEVA CULTURA ORGANIZACIONAL

NUEVA CULTURA ORGANIZACIONAL

De dónde venimos
      Históricamente está demostrado que los grandes pensadores y filósofos griegos, sentaron las bases de muchas de las ciencias que hoy manejamos, al introducir el fraccionamiento de la materia en pequeñas  partículas hasta llegar al átomo, el cual, consideraron indivisible. En consecuencia, este pensamiento fue  adoptado por la humanidad. Por ende, se originaron las primeras teorías de divisiones y clasificaciones.  Posteriormente, en el Occidente a partir del Método de Razonamiento del filósofo René Descartes, agudizo el proceso de diferenciación.  El mismo, comprende un lógica cartesiana, es decir, derivado de premisas claras y comprende el siguiente procedimiento:
1.      No admitir como verdad cosa alguna, a menos que la evidencia lo pruebe, evitando el juicio a priori y las dudas.
2.      Todo lo que se examina debe ser divido en partes, tanto como sea posible o necesario para una mejor solución.
3.      Ordenar los pensamientos, partiendo de lo más simple a lo más complejo, considerando el orden natural.
4.      Realizar un recuento integral y revisiones generales a objeto de que nada sea omitido.
      Todo lo anterior demuestra que, ocurre una descomposición y recomposición, para llegar al conocimiento. En ese mismo orden de ideas, uno de los padres de la administración científica: Frederick Taylor, realizó una serie de postulados a partir de sus experimentos, que dieron origen a la división de las diversas fases del proceso de producción industrial, acompañándolas de la supervisión y la organización del trabajo. Por consiguiente, Henry Ford, introduciría la idea en el mercado, añadiéndole la producción en serie y reducción de costes que revolucionaría el concepto hasta los años 60.
      Puede considerarse que, estos acontecimientos originaron en el campo administrativo,  el nacimiento de las estructuras que hoy conocemos como organigramas.  Inicialmente, se desarrollaron en forma vertical, con cadena de mando, línea de staff, unidades especializadas interdependientes. Luego, con el tiempo sufrieron algunas variantes con algo de éxito y otras burocráticas que fracasaron. Mientras eso ocurría, el Occidente, potenciaba el individualismo, el Oriente por el contrario, se apoyaba en el trabajo grupal, aunado al perfeccionamiento personal, obteniéndose como resultado la calidad de los productos y un alto grado de compromiso de las personas. Lo que lleva a inferir que, pertenecemos a una cultura individualista, que ha perdido la habilidad de cohesionarse con sus semejantes, a diferencia de los antes mencionados.
      Aunque,  Japón es un país pequeño (solo la 3ra. Parte del territorio Venezolano) y carente de recursos, ha desarrollado un gran capital social con un gran compromiso de producción de Calidad Total. Lo cual, los ha llevado a desarrollar un responsabilidad no solo con la empresa, el producto, sino también la capacidad de ofrecer al cliente alternativas exclusivas y excelentes. A todo lo anterior, se sumó la acelerada transformación provocada por el nacimiento y la expansión de la tecnología, pues ello cambió no solo el mercado, sino también el enfoque de la vieja organización controladora, por una organización inteligente,  la manera en que se visualizan las oportunidades y la relación con los consumidores.

El sentido del cambio organizacional
      En la actualidad, las organizaciones son observadas por el consumidor más que nunca, se exige que ellas aporten no solo producción, sino también, valores éticos, responsabilidad social, excelencia y transparencia en su gestión y aportes ecológicos. En ese mismo orden de cambios, ya el concepto mecanicista es cosa del pasado, lo central son las personas, el capital social. De modo que, todas las predicciones y el miedo porque la tecnología hubiese desplazado al hombre se transformaron. Aunque su impacto, sumado al fenómeno globalizador, se contradice con la importancia y flexibilidad que se le provee al ser humano en las organizaciones inteligentes, a fin de mejorar su adaptación al entorno productivo, creando bienes y servicios de alto valor a través del conocimiento, grandes volúmenes a bajos costes, entre otros. Es decir, personas sencillas, realizando cosas extraordinarias.

Cambios organizacionales significativos
ü  Pase de una sociedad industrial de cantidad y homogeneidad a una sociedad informacional de calidad y diversidad basada en el producto.
ü  De una organización que presionaba al mercado, a otra, que es presionada por el, lo cual ocasiona muchos conflictos.
ü  Las estructuras jerárquicas se transforman otras basadas en la Red.

Cuatro ideas centrales que persigue una organización
      Las organizaciones deben responsabilizarse por ser responsables del cuidado del planeta, aprovechar la diversidad cultural como un medio de progreso, pues posibilita la apertura de nuevos productos que suplan necesidades específicas. De igual modo, las organizaciones deben cooperar en la reducción de las diferencias sociales, potenciando así la persecución de su razón de ser y finalmente, disminuir los niveles de tensión en las personas que las componen, desarrollando equipos de trabajo, cuya esencia priorice al ser humano.


¿Donde esta el Norte?
      Se ha pasado del pensamiento fraccionador, a la Teoría de Sistemas, donde las unidades no están aisladas, sino que interactúan y son interdependientes, que se relacionan con el medio y se concibe a la organización como un organismo vivo. A causa de esto, se originan relaciones complejas. Por ejemplo: La causa y efecto toma otro sentido, la acción no es individual, tiene connotaciones con otros del entorno. Otro consecuencia es que, los sucesos poseen un pretexto y un contexto, no se conciben, ni se analizan, como momentáneos, instantáneos o aislados.

Nuevos principios imperantes
ü  La persona es el eje central, se valoriza su rol y el aporte de su conocimiento a la organización.
ü  El liderazgo se comparte en la funcionalidad de un equipo de trabajo.
ü  Flexibilidad: Al aceptar variedad de tendencias y comportamientos, si benefician a las personas y a la organización.
ü  Se asumen los valores fundamentales como un elemento cohesionador.
Nuevas tendencias, nuevos conflictos
      Resumiendo entonces, atrás se deja la rutina, la pasividad, la comunicación vertical, la oposición y las pérdidas en el proceso, y en su lugar se abren paso: la creatividad, la participación, comunicación horizontal, integración y sinergias. Puede concluirse con la afirmación de que, en la nueva cultura organizativa donde, el compromiso es relevante, la comunicación es vital, las buenas relaciones laborales y la identidad.  Y todo ello, se enfoca hacia convertirse en una sociedad de producción y oferta que se enrumba a una cultura organizacional flexible, que visualiza y aprovecha los nichos del mercado y con recursos humanos que provocan el nacimiento de nuevos conflictos, que requieren tratamiento  adecuado.


1 comentario:

  1. Madre muy bueno el escrito sobre la Organización, y de verdad que hay que cambiar la manera como debe funcionar las organizaciones...

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