sábado, 31 de agosto de 2013

PREGUNTAS PARA LA VIDA

PREGUNTAS PARA LA VIDA

Introducción: Si usted tuviese la oportunidad de diseñar el epitafio de su lápida, ¿Qué le gustaría que expresara? Puede que esta no sea una pregunta común que a muchos nos gustaría responder, pero todos tendremos una lápida que reposará sobre nuestra tumba y algo se escribirá sobre ella. Es interesante la cantidad de cosas que pueden escribirse en ella. Cabe señalar que, el origen de los mismos, corresponde a los griegos, quienes los escribían sobre piedra para describir las creencias, posiciones sociales y aportes que los ilustres o reconocidos ya fallecidos, habían logrado en su vida.
      Posteriormente, los romanos originaron las lápidas al anunciar en muros, las noticias del fallecimiento de personajes de la clase alta.  De ese modo, en la actualidad podemos observarlas en los cementerios en diversas formas: cuadradas, en forma de cruz, redondas, rectangulares, entre otras. A continuación algunos epitafios de famosos:
1.      Ray Bradbury: “Autor de Fahrenheit 451”
2.      Adriano VI: “Aquí yace el impío entre los píos.
3.      Platón: “Esta tierra cubre el cuerpo de Platón. El cielo contiene su alma. Hombre, seas quien fueres, respeta sus virtudes si eres honrado”.
4.      Alejandro Magno: “Basta esta tumba para el que no basto una orbe.
5.      Blas Pascal: Medí la inmensidad de los cielos. Medí las sombras de la tierra; mi espíritu descendía de los dioses, aquí reposaron las cenizas.
      De uno u otro modo, un epitafio sobre una lápida es un testimonio escrito que honra o lapida al difunto y que nos da a conocer el propósito de la vida de la persona fallecida. Por todo lo antes expuesto, deseo compartir con ustedes algunas preguntas que debemos hacernos durante la vida.
        I.            ¿Conoce usted el propósito de su vida?
      Si decimos que no estamos aquí por accidente o casualidad, entonces, existe una causa por la que usted y yo estamos vivos, caminamos por allí, respiramos. Pero, muchos de nosotros vivimos vidas a la deriva, ni siquiera nos hemos tomado la molestia de preguntarnos. ¿Para qué estoy aquí? Probablemente, ni hemos pensado en el legado que le dejaremos a nuestros seres amados o a la humanidad. No se usted, en lo personal no deseo ser solo una sombra gris que algún día existió.  Observemos a nuestro alrededor, ¿Cuántos conocemos que han marcado nuestras vidas? Jesucristo, Teresa de Calcuta, Juan Pablo II, Bean Laden, Hugo Chávez, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Arturo Uslar Pietri, Adolfo Hitler, entre otros. Podría decirse que, son muchos, ellos tenían un elemento muy especial: tenían claro el propósito de sus vidas.
      II.            ¿Qué estas haciendo para alcanzar el propósito de tu vida?
      Generalmente somos soñadores y deseamos mucho, alcanzando poco. Se debe a que, no tomamos las medidas necesarias para llevar a la realidad nuestras metas. Por ende necesitamos: Identificar y diseñar por escrito el propósito de nuestras vidas. Elaborar un proyecto de vida, que sea factible y congruente con nuestras acciones. Tenerlo presente en todo lo que iniciemos en nuestra vida, que apoye el fin previsto. Y finalmente, recordar que, serán otros quienes diseñen su lápida. Entonces, pensemos por un momento…
    III.            Si, usted muriera mañana, ¿Tendrían sus seres queridos un testimonio de su vida lo suficientemente claro para que se escriba en su lápida, el epitafio que usted desea?

      Señores, examinémonos un poco interiormente como hemos vivido hasta hoy, reflexionemos y tratemos de vivir vidas con propósito, que trasciendan más allá de lo limitado de nuestros cuerpos.

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